martes, 30 de octubre de 2007

Cor ad cor

Bien, pues tras diversas cuitas, os anuncio la apertura de mi web Cor ad cor. Obviamente está en construcción pero, salvo que alguien consiga explicarme cómo se hace funcionar en mi web el modelo de blog que se usa acá en PD, lo fundamental de la web, que son el blog y el nuevo foro, quedará tal y como está.

Estos son los enlaces:

Web principal
http://www.coradcor.com/

Blog
http://www.coradcor.com/blog/

Foro
http://coradcor.forogratis.es/

Para escribir comentarios en el blog no hace falta registrarse (si alguien no puede, que me lo diga). Para el foro, sí se requiere registro.

Pues hale, espero que os guste. No tanto el diseño, que es más bien ortopédico, como el contenido, que no diferirá de lo que habéis leído aquí durante el último año. Con el paso del tiempo, espero poder incorporar más cosas aunque mi limitada capacidad de programar en HTML no dará para muchas alegrías.

Dios nos ampare a todos,

Luis Fernando Pérez Bustamante

lunes, 29 de octubre de 2007

Preparando coradcor.com

Hoy dedicaré buena parte del día a intentar que funcione como es debido la que será la web donde quedará alojada definitivamente mi blog "Cor ad cor loquitur". Será en http://www.coradcor.com


Dado que mis conocimientos de programación no van más allá del HTML simplote, tengo que buscarme la vida para ver cómo meto el software de http://b2evolution.net/ que es el que me interesa para el blog porque es idéntico al que se usa en Periodista Digital.

sábado, 27 de octubre de 2007

Fiesta para la mayoría, no para los amargados


Mañana la Iglesia española estará de fiesta. Recordará su fidelidad a Cristo en los momentos más críticos de su historia. Recordará que merece la pena llegar a dar todo por nuestro Señor, incluída la vida, antes que renegar de Él. Pues bien, lo que debería ser motivo de gozo para todo el que lleve el nombre de cristiano y el apellido de católico, es motivo de amargura, de crítica y de ácido rencor para ese sector eclesial que hace tiempo que juega una partida que, a pesar de sus pretensiones, no tiene nada que ver ni con los pobres, ni con los desheredados, ni con el pueblo de Dios, ni con nada de nada.

Los Enrique de Castro, Hilari Raguer, Quintín González, comunidades de base, atrios y demás farándula son antes siervos de la izquierda política que de Cristo y su Iglesia. Odian a Franco no porque fuera un dictador que nos gobernó durante casi cuarenta años,sino porque fue él quien impidió que España cayera en manos de sus hermanos de sangre espirituales y políticos. Estos que exigen hoy a la Iglesia que pida perdón por la represión franquista son los que quieren negar la condición de mártires a los que en verdad lo son. Son los que no son capaces de exigir a la izquierda mundial que pida perdón por los más de cien millones de muertos que produjo en el siglo XX. Son los que se abrazan como perros falderos a los pies de Castro, los que han prostituido el evangelio con una teología de la liberación que estaba, y está, al servicio de la antigua komitern y el actual movimiento de antiglobalización, bajo el que se ampara todos los grupúsculos anti-sistemas habidos y por haber.

Estos que reniegan de la Iglesia que sobrevivió a la persecución más grande habida en la historia del cristianismo en este país, son una pieza clave en el mundillo político-cultural radical-izquierdista que encabeza Zapatero en su intento por erradicar el cristianismo del alma de una España que odian. Digo que la odian porque en verdad es así. Saben que el nombre de España no puede ser separado de la Cruz de Cristo, no puede ser separado de su condición de tierra de María, no puede ser separado de su alma católica. Y como ellos odian a Cristo, a su Madre y a su Iglesia, entonces odian a España.

Estas flores del mal a las que neciamente se permite seguir envenenado el aire del campo de la Iglesia harán todo el daño que puedan, pero no nos van a robar aquello que Dios nos ha regalado. No nos van a impedir disfrutar de esa fiesta de la fe que llevará a los altares y a nuestros corazones a cada uno de esos hombres y mujeres que derramaron su sangre para que el cristianismo pueda seguir vivo hoy en nuestra patria. De su ejemplo, de su coraje y de su testimonio de gracia y perdón sacaremos fuerzas para enfrentarnos a los que hoy, con una estrategia diferente, quieren lograr el mismo objetivo que buscaban los que les asesinaron. No pasarón entonces. No pasarán ahora.

Luis Fernando Pérez Bustamante.

viernes, 26 de octubre de 2007

Buena conferencia de Ramón Novella, presidente de Profesionales por la Ética en Cataluña


Como anuncié el miércoles pasado, esta tarde-noche ha tenido lugar en Huesca la conferencia sobre la EpC pronunciada por Ramón Novella García, presidente de Profesionales por la Ética en Cataluña. La asistencia no ha sido muy nutrida pero ha venido gente incluso de pueblos no precisamente cercanos a Huesca, lo cual demuestra que cuando un padre está de verdad interesado en la educación que se da a sus hijos, no repara en distancias y va a donde sea necesario para informarse mejor.

Don Ramón ha estado a la vez ameno y clarificador. En realidad la mayoría de los presentes, por no decir la práctica totalidad de los mismos, ya somos opositores en mayor o menor medida a la EpC, y por lo tanto el conferenciante jugaba a favor de obra, pero una cosa es estar en contra de esa asignatura y otra el saber dar públicamente una explicación de las razones de nuestra oposición. En ese sentido, la charla del amigo Novella García nos ha sido muy útil. De la misma podemos sacar una buena estrategia de comunicación que nos servirá cuando tengamos que abordar el tema en reuniones de Apas, o al enfrentarnos a directores de colegios reacios a tramitar nuestro derecho a la objeción de conciencia.

Como ya he escrito varios artículos en Cor ad cor sobre este proyecto de adoctrinamiento totalitario de parte de un gobierno radical, no creo necesario volver a repetirme. Tampoco voy a recordar lo patético que es para muchos católicos el comprobar cómo en el seno de la Iglesia hay cómplices, por acción y omisión, del posible éxito de esta "obra maestra" de la ingeniería social zapateril. De entre los colegios religiosos oscenses creo que había apenas dos o tres asistentes. Señal de las pocas ganas que tienen de escuchar lo que ya saben. También estaba el Vicario de la diócesis, pero me huelo que era el único sacerdote de los allá presentes.

Queda mucho por hacer. Es ingente la tarea de informar a otros padres del ataque a sus derechos que supone la obligatoriedad de la EpC. No podemos confiar en que la mayoría de los medios de comunicación traten ecuánimemente este conflicto. El boca a boca se revela como esencial a la hora de hacer crecer el movimiento de los objetores de conciencia contra el totalitarismo laicista que supone esa asignatura. Y lo que está en juego es ni más ni menos que la educación de una generación entera. Nunca debimos permitir que la Logse creara una generación de analfabetos intelectuales, pero sobre todo jamás debemos admitir que ahora quieran sacar una hornada de analfabetos morales. Si lo permitimos, España será presa fácil para caer en manos de un populismo propio de otras latitudes.

Eso sí, el PSOE debería de haber aprendido la lección de que ese tipo de populismos pasan con una facilidad pasmosa de ser de izquierdas a ser de derechas. La EpC y el resto de la ingeniería social del gobierno Z son la incubadora de un huevo maligno. La serpiente que salga del mismo puede tener las barbas de un Castro o el bigote de un Hitler. Hay que pisotear ese huevo antes de que sea demasiado tarde.

Luis Fernando Pérez Bustamante

Mucho más valiosos que piedras preciosas y que oro refinado


Pero el Maligno, celoso y envidioso, el adversario de la familia de los justos, habiendo visto la grandeza de su martirio y lo intachable de su vida desde el principio, y cómo fue coronado con la corona de la inmortalidad, y hubo ganado un premio que nadie puede desmentir, se las arregló para que ni aun su pobre cuerpo fuera sacado y llevado por nosotros, aunque muchos deseaban hacerlo y tocar su carne santa. Así que hizo salir a Nicetes, el padre de Herodes y hermano de Alce, para rogar al magistrado que no entregara su cuerpo, según se dijo: «para que no abandonen al crucificado y empiecen a adorar a este hombre»; lo cual fue hecho por instigación y ruego apremiante de los judíos, que también vigilaban cuando iban a sacarle del fuego, no sabiendo que será imposible que nosotros abandonemos en este tiempo al Cristo que sufrió por la salvación de todo el mundo de los que son salvos —sufriendo por los pecadores siendo El inocente—, ni adorar a otro. Porque a Él, siendo el Hijo de Dios, le adoramos, pero a los mártires, como discípulos e imitadores del Señor, los respetamos y queremos como merecen, por su afecto incomparable hacia su propio Rey y Maestro. Que nuestra suerte sea también ser hallados copartícipes y condiscípulos de ellos. El centurión, pues, viendo la oposición levantada por parte de los judíos, le puso en medio y lo quemó según su costumbre. Y así nosotros, después, recogimos sus huesos, que son mucho más valiosos que piedras preciosas y que oro refinado, y los pusimos en un lugar apropiado; donde el Señor nos permitirá congregarnos, según podamos, en gozo y alegría, y celebrar el aniversario de su martirio para la conmemoración de todos los que ya han luchado en la contienda y para la enseñanza y preparación de los que han de hacerlo más adelante.

(Epístola de la Iglesia de Esmirna a la de Filomelio -Martirio de Policarpo-, XVII-XVIII, siglo II d. de C )


Desde siempre la Iglesia ha considerado a sus mártires como el tesoro más preciado de cuantos puede ofrecer al Señor. Desde siempre los ha honrado y venerado, pues ellos son ejemplo de la más alta fidelidad a Cristo. Es por eso que la Iglesia española está de fiesta este fin de semana. En Roma se va a producir la beatificación más masiva de toda la historia. Cuatrocientos noventa y ocho se sus hijos van a ser elevados a los altares.

Su derramamiento de sangre no fue en vano. Nos dieron ejemplo no sólo al morir sin renegar de la fe, sino al perdonar, en la mayor parte de los casos, a aquellos que les quitaban la vida. Esa es la gran lección de nuestros mártires. Como Cristo dijo desde la cruz "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen", nuestros hermanos clamaron a Dios para que concediera el mismo perdón. Eso a pesar de que, a diferencia de los soldados romanos que crucificaron al Señor, en el caso de nuestros mártires los que les mataban sí sabían lo que hacían. Es igual, los que habrían de entrar en el cielo por la puerta grande llevaban como primera petición de intercesión ante el trono de Dios la del perdón a sus ejecutores.

Ojalá Franco hubiera tomado nota y hubiera ofrecido el perdón a los vencidos. No un perdón que debilitara su determinación a impedir que España cayera en manos de los que querían arrancar el catolicismo de su seno. Pero sí un perdón cristiano que entiende que la misericordia está por encima de la justicia vengadora.

Hoy la Iglesia tiene la obligación y el deber de reivindicar dicho perdón. Ahora que se quiere reabrir el costado herido de España, trayendo a la memoria lo peor de su pasado, los católicos debemos de ofrecer a nuestros mártires como instrumentos de reconciliación. Y al mismo tiempo, deben ser una señal clara e inequívoca de que la Iglesia, o al menos la parte más valiosa de la misma, nunca cede cuando se le pone entre la espada y la pared, cuando se la lleva ante la tesitura de tener que elegir entre la mismísima vida terrenal y su fidelidad a Cristo y el evangelio. En ese sentido, la memoria de nuestros mártires nos interpela hoy de forma muy especial. Si queremos ser dignos sucesores de ellos en la fe, no podemos dejarnos llevar por el espíritu de este mundo, que ha convertido en pseudo-pagana a una sociedad que no hace tanto tiempo parecía cristiana.

Luis Fernando Pérez Bustamante

jueves, 25 de octubre de 2007

Lo de Entrevías puede manchar definitivamente la trayectoria de Monseñor Rouco Varela


Parto de un hecho. El pastor de la archidiócesis de Madrid es el cardenal Antonio María Rouco Varela. Nadie más. Le asisten en las tareas pastorales sus obispos auxiliares y el presbiterio, pero el responsable máximo es él y sólo él. Y él tiene por delante una faena complicada. Sé que es mucho más fácil opinar sobre la faena taurina viendo los toros desde la barrera y no en la arena frente al morlaco. Sobre todo cuando estamos ante un toro resabiado, que se las sabe todas y busca empitonar al diestro en cada lance.

Pues bien, en Entrevías el maestro Rouco tiene ante sí a un astifino con una mala leche que espanta al más valiente. Y encima tiene a los del tendido del siete, tocanarices profesionales, apoyando al animal. Pero oiga, la solución no es evitar la lidia absteniéndose de arrimarse al bicho, ni mandar a los muletillas a que le hagan el trabajo. La solución no puede ser tampoco indultar al toro, porque el mismo no es noble sino mal intencionado. Y sólo se indulta a los toros que ha demostrado una bravía perfecta para el toreo, no una inteligencia maligna contra la vida del que viste traje de luces.


En Entrevías hay curas que hace años que deberían de haber dejado de ser curas. Hay curas que se pasan por el forro de sus gónadas la doctrina de la Iglesia, la liturgia de la Iglesia, la disciplina de la Iglesia y la Iglesia misma. Y usted, estimado cardenal, es cómplice de ellos. Es cómplice porque les ha permitido llegar hasta aquí. Es cómplice porque quiere que el conflicto se muera solo por aburrimiento, cuando es obvio que no va a ocurrir así. Es cómplice porque no tiene el valor de hacer lo que tiene que hacer.

No seré yo quien le dé lecciones de nada. Estoy convencido de que usted sabe muy bien que ese tema se le ha ido de las manos. Y sabe las razones. El problema lo heredó. Pero no tiene derecho a darlo en herencia a futuros arzobispos de Madrid. Aquí tiene que haber vencedores y vencidos. Porque de lo contrario, quien será derrotada será la Iglesia que usted pastorea. Los enemigos de la misma, aunque sean sacerdotes, no pueden salir de rositas. Debe usted acabar ya con el problema vallecano o su credibilidad y autoridad episcopal quedará en entredicho, si es que no lo está ya.

Que Dios le ilumine y le dé determinación para cumplir fielmente su ministerio,

Luis Fernando Pérez

miércoles, 24 de octubre de 2007

Conferencia sobre la EpC de Profesionales por la ética en Huesca


Conferencia sobre la asignatura Educación para la Ciudadanía de profesionales por la ética en Huesca el viernes 26 de Octubre.


La
conferencia y posterior coloquio sobre la asignatura Educación para la Ciudadanía, con el título de Educación para la Ciudadanía, ¿educación o adoctrinamiento? se celebrará el próximo día 26 de octubre de 2007 de 19.30 a 21 horas, y contará con la intervención de Don Ramón Novella, Presidente de Profesionales por la Ética de Cataluña y responsable del Area de Educación de dicha entidad.
El conferenciante es Licenciado en Psicopedagogía, Profesor en un centro educativo, Profesor de la Universidad Abat Oliba y padre de familia.
Nuestra asociación se halla inscrita en el Registro de asociaciones de la Generalitat de Cataluña con el número 16.530, y forma parte de la Federación Española de Asociaciones de Profesionales por la Ética. Su finalidad es promover los valores éticos en la vida pública desde una perspectiva interprofesional, con fundamento en una visión cristiana del hombre y la comunidad.
Junto con otras 30 entidades, está colaborando en la campaña en defensa del derecho de los padres y madres a la educación de sus hijos, promoviendo la objeción de conciencia frente a la asignatura Educación para la Ciudadanía.
  • Título: Educación para la Ciudadanía, ¿educación o adoctrinamiento?
  • Ponente: Ramón Novella.
  • Lugar: Salón de actos Genaro Poza Feaccu-Huesca. Huesca
  • Día: Viernes 26 de Octubre
  • Hora: 19.30 horas
  • Organiza: Profesionales por la ética.
Se atenderá a los medios de información a partir de las 19.00 horas en el mismo lugar del acto.
Más información: