Cuesta creer que haya seres humanos que usen a sus propios hijos como escudos humanos, situándoles en medio de un enfrentamiento violento contra un ejército o contra unas fuerzas de seguridad policiales. Pero ese ha sido el pan nuestro de cada día en Palestina durante décadas y, para mayor sorpresa nuestra, lo acabamos de ver en un asentamiento ilegal cercano a Madrid.
Independientemente de lo que se pueda opinar sobre la intervención judicial ordenando el derribo de uno de los chabolos de dicho asentamiento, lo que es obvio es que algo tenemos que hacer para que evitar que vuelvan a repetirse las imágenes de niños y mujeres situados delante de unos miserables que tiraban piedras a las fuerzas del orden. En otras palabras: intifadas en Madrid o cualquier lugar de España.... ¡NO Y MIL VECES NO!
Es de suponer que saldrán los de siempre a hablarnos de la solidaridad con el inmigrante, la necesidad de acogida al que viene de otra cultura, de que la culpa la tiene la sociedad acomodada y burguesa y de que patatín y patatán. A la caridad con el extranjero nada tenemos que oponer, y mucho menos desde la fe cristiana. A la crueldad de unos padres que no dudan en enviar a sus hijos pequeños al peligro de un enfrentamiento a bolazos de goma y pedrada limpia, sí tenemos mucho que decir. Tenemos que decir que esa gente no tiene lugar en nuestra sociedad. Tenemos que decir que esos hijos no tienen culpa alguna de tener unos padres así pero que mucho nos tememos que en el futuro sean adultos igualmente violentos. Tenemos que decir que las autoridades han de hacer lo necesario para que esto no sea la mecha de un incendio que se extienda a otras partes, a otros asentamientos ilegales.
España es ya el país de Europa con más porcentaje de inmigrantes. Y somos el segundo del mundo tras Estados Unidos. Pero el problema no es tanto el número de ellos sino el hecho de que han llegado en muy poco tiempo. Este, a diferencia de otros, no es un país con tradición de acogida a masas ingentes de inmigrantes procedentes de otros lugares del mundo. Añádase el hecho de que estamos en un momento político-social bastante convulso, con un gobierno haciendo experimentos de ingeniería social a toda máquina y con una posibilidad real de fractura del país. El factor inmigración masiva y descontrolada no ayuda nada. Y no se trata de culpar a los inmigrantes, que al fin y al cabo son personas que simplemente buscan un futuro mejor al que tienen derecho. Es más, posiblemente ellos serían las primeras víctimas en caso de que aquí las cosas se pusieran peor. Pero algo hay que hacer para que el territorio español no se convierta en una especie de camping bestial donde se alojan miles de familias en condiciones de mala muerte, y con un concepto utilitario de los hijos que es incompatible con el sentido común y los pocos valores que nos van quedando en la otrora cristiana sociedad española.
De momento, habría que dar un escarmiento público. Aquellos que se han refugiado detrás de infantes para atacar a los agentes de policía, deben ser expulsados inmediatamente del país. Y se debe advertir a esas familias que el Estado no tolerará que usen a sus hijos como cebos de guerra. Cuanto antes se ataje el problema mejor. Si no, lo lamentaremos mucho.
10 comentarios:
Tiene mal remedio. La normativa española sobre extranjería es garantista para con los extranjeros. Y luego, no hay medios para que el procedimiento de expulsión se haga con rapidez. Eso lo saben los marroquíes y los rumanos y todos los extranjeros. Ocurre que no creo que los hispanoamericanos hicieran eso con sus hijos, pero los de culturas no cristianas son capaces de poner a hijos y a mujeres delante de la policía -o de autoinmolarse, como los etarras, los okupas o los islamistas-
Más grave aún me parece que anden apoyando a los inmigrantes expulsables la tropa de pseudocuras demagogos a los que entrevista el país.
En los años que precedieron y también en los años que siguieron a la Guerra Civil, muchos españoles emigraron. En su mayoría fueron gallegos, vascos y catalanes que no contaban con la simpatía de Francisco Franco. Ahora las cosas se han dado vuelta y es España la próspera tierra prometida. Como sigan las maniobras socialistas para dividir el país al estilo Yugoslavia, pronto los españoles tendrán que salir de nuevo a buscar fortuna por esos mares de Dios. Es cierto eso que los hispanoamericanos no de ponen a los hijos de barrera. Como bien lo sabe cualquier soldado israelí, eso es práctica y costumbre de los seguidores extremistas de Alá "el Misericordioso".
Efectivamente Tasco. A ver si ahora los que tanto negaban que tales extremistas hicieran esas deleznables prácticas lo continúan haciendo, aunque son capaces de decir cualquier cosa.
Completamente de acuerdo.
No hay nada peor que escudarse en los propios hijos, aprovecharse de ellos para abusar de una sociedad que, en pincipio, parece dispuesta a acoger.
Estoy de acuerdo en la necesidad de tomar medidas. Inmigración, sí, desde luego, pero con respeto a la ley y al ordenamiento democrático. Sin esto... muy mal vamos.
Ana y Nictato:
Un aspecto interesante de esto es que revela las inconsistencias de la macropolítica europea y de la izquierda europea en particular. El colonialismo dejó a la deriva a naciones enteras y ahora esas naciones cansadas de gobiernos pésimos necesitan dinero y albergue para sus emigrantes. ¿No hubiera sido más inteligente liberar a las colonias de a poco, tratando que sus instituciones se afianzaran antes del corte con la portencia colonialista? Parece que hacer lo políticamente correcto no siempre da buenos resultados. Quizas habría que pasarle factura a los poderosos de las naciones con una emigracion forzada y forzarlos a gobernar mejor a su gente. Nadie emigra porque sí, la gran mayoría lo hace en busca de mejores oportunidades.
Luis Fernando: en tu nuevo perfil pone "secciòn agricultura". Deberia poner "publicaciones" o bien "internet". Todos estos vinculos azules del perfil sirven para llevar la gente al blog y conviene utilizarlos con astucia. Saludos nano.
Sí, la normativa española es garantista con los extranjeros. Pero estoy con Luis Fernando. Aquí en España un padre lleva a su hijo de ¿10? años a los sanfermines y se monta la de Dios es Cristo, y hasta le han quitado el permiso de visitas. ¿Los servicios sociales, la fiscalía de menores, nadie tiene legalmente que intervenir ante unos hechos que inducen a pensar que esos padres no están capacitados para cuidar de los hijos?
Bienvenido, Luis Fernando.
A veces se olvida que la caridad va junto con la justicia. Mi padre me comentaba que con el tratamiento preferencial de los inmigrantes en la Seguridad Social, se creaba una cierta injusticia respecto a los pobres foráneos.
Bienvenido a Blogger Luís Fernando.
Buenas, buenas...La verdad es que no hay que buscar lejos lo que ocurre en casa. Claro, y es comprensible que lo que se puede calcular con cifras mas altas alarma más y llama la atención de manera especial; ...alguien dijo que de que nos sirv salvar el cuerpo si prdemos el alma...
Cuantos matrimonios, cuantos papases y mamases ponen a sus hijos entre ellos como auténticos escudos y lo que es peor a veces com o lanzas o bayonetas casi cuerpo a cuerpo, entre abogados, entre familias...etc... y así, como autenticos escudos matando el alma y el subcosciente de los pobres hijos que en la gra mayoria de las veces como en los casos de guerras "oficiales" no saben de que va ni de que viene". indiscriminadamdnte y lavandose Porque parecen casos aislados de causas y efectos personales con demasiada facilidad nos lavamos las manos, intentando quedar tranquilos y satisfechos con breves criticas y/o comentarios, la sociedad, y porque no, nosotos, tu y yo, seamos quienes seamos.
Amor a los de lejos pero tambien amor a los de cerca, y quizas como dice el refran:"la casirar bein entendida empieza por la misma casa". orque de los vientos que sembramos hoy con la escusa de que el dia esta caliente y brilla el sol, nustros hijos recogeran y sembrarn tempestades donde quizas nuestros nietos sena otros escudos humanos ante la fuerza armada y la violencia sin cuartesl.
Hola Francesc Xavier, quien bien....yo se lo que es estar tambien en tierra de Misión....!Que don de Dios! y continuo misionando en tanto cuanto me es posible y entre algunas de esas acciones misioneras ha estado el heho de predicar algunos ejercicios en casas de los CPCR, conociendo mucho, entre ellos al P. Antonio Sospedra...El mundo es un pañuelo y como todos tenemos narices, pues ya sabes donde tienes un hermano.Y porfa ora un poco por mi desde la Misión Viva.
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